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Vesta:
Antigua vesta penitencial: Capirote y habito de color blanco en tela de algodón, ceñido por cordón de hilo trenzado en azul y blanco, capa azul celeste de algodón, con el escudo en el lado izquierdo, porta cirios metálico forrado de tela azul con cordón trenzado en blanco, sandalias, guantes y calcetines blanco, funda para portar el cirio de madera blanca, con empuñadura metálica en azul. En el año 1976 la Cofradía decide sustituir las capas de los cofrades, por unas nuevas de mejor calidad, consiguiendo de esta manera una uniformidad igual para todos los cofrades. En la semana Santa del año 1977, desfilo la cofradía con la nueva vesta en las procesiones, causando muy buena sensación a todos los presentes y en especial al Comité de Procesiones, quien felicito a la cofradía por la uniformidad y numero de asistentes a las procesiones del Jueves y Viernes Santo.
Historia:
La mayor parte de la juventud de esta barriada se cobijaba bajo el manto de Maria Inmaculada con la ejemplaridad del joven San Luís Gonzaga, en aquella escuela de virtudes humanas y sobre naturales. La humanidad y gran capacidad para entender la problemática juvenil que poseía el reverendo Don Antonio Marimón Antem, hacia de la Congregación un lugar acogedor, donde se entretejían las tareas de formación religiosa y moral, cultura y de ocio. Así salieron de ella hombres que con gran espíritu cristiano y que desde los distintos sitios sociales, jamás olvidaron la cantera de donde sacaron las valiosas materias para edificar su catolicismo y su personalidad.
Como tantas otras empresas fraguadas en los círculos de amistad que, dia a día unían, aquellos corazones juveniles, nació la idea de fundar una Cofradía de Penitentes que desfilara en las procesiones de Semana Santa de Palma. Era el año 1929 cuando se inscribía en la Asociación de Cofradías de Palma y al año siguiente, en 1930, con gran ilusión paseaban por las calles de nuestra capital; sobre capa azul el multicolor anagrama de la Virgen, su madre y titular de la Parroquia. Veinte personas fueron las que, guiadas y presididas por el motor que ponía en marcha todas aquellas empresas, Don Antonio Marimon, dieron inicio a una historia que llenó de entusiasmo a jóvenes, madres, hermanas y novias, durante los casi 80 años de vida penitencial.
Túnica blanca y capa azul, como su madre Inmaculada, desfilaban por la tarde del Jueves Santo para acompañar a Jesús en su pasión, después de la Última cena con sus discípulos, como al día siguiente, Viernes Santo acompañar la imagen, ya descubierta, de La Sang, a los monasterios cercanos a la iglesia del Santo Hospital, para que fuera venerada, en el día de su muerte, por las monjas, siempre unidas en la oración contemplativa, a todas las necesidades de los hombres. En estos actos su juventud alegre e inquieta, vivía, al mismo tiempo, su condición de penitentes; mientras los demás compañeros de la congregación velaban toda la noche, del Jueves Santo al Viernes, para acompañar y adorar a Cristo-Eucaristía entre la multitud de cirios y el perfume de la “Casa Santa” de la Parroquia.
En el año 1939, en junta general extraordinaria, se decidió reestructurar la cofradía y se forma una junta Directiva propia de la Cofradía, que ya no dependerá la dirección de la misma, de la Congregación Mariana, quedando estructurada de la siguiente manera, nombrando al Consiliario Hermano Mayor, un Presidente y demás miembros de la misma.
También se decide cambiar el nombre de La Cofradía, que en el año 1929 había quedado inscrita en el registro de cofradías de la Iglesia de La Anunciación, y en La Unión de Cofradías, bajo el nombre de: COFRADIA DE PENITENTES DE LA CONGREGACION MARIANA DE JOVENES DE SANTA CATALINA.
Para evitar confusiones con otras cofradías pertenecientes a Congregaciones Marianas de Palma, se decide poner la Cofradía bajo la advocación del Santo Cristo de los Navegantes, Imagen que se venera en la Iglesia de San Magín y tantas veces habían acompañado los Congregantes, en la procesión de Pentecostés, quedando con el nombre de: "COFRADIA DE PENITENTES DEL SANTO CRISTO DE LOS NAVEGANTES"
Desde la aprobación de Los Nuevos estatutos de la Cofradía, aprobados en el 28 de mayo del año 2010, por el Obispo de Mallorca Don Jesús Murgui Soriano, la Cofradía ha vuelto a recuperar el nombre primigenio de su fundación: "COFRADIA DE PENITENTES DEL SANTO CRISTO DE LOS NAVEGANTES DE LA CONGREGACION MARIANA DE SANTA CATALINA" (...)
(Veure la història completa a la pàgina web de la mateixa confraria)