Confraria del Silenci de Nostra Senyora de Monti-Sion

 

Fundación
En 1927 doce congregantes de la Sección Mayor de la Congregación de María Inmaculada y San Luis Gonzaga fundaron la Cofradía de penitentes de El Silencio de Montesión. La Congregación de María Inmaculada y San Luis Gonzaga constituyó en su seno dos secciones: los “Luises” para los jóvenes y los “kostkas” para los adolescentes, es decir, la sección mayor y la sección menor. Y fue por consiguiente la sección mayor, la de los jóvenes, la que fundó una Cofradía de penitentes. Desde un primer momento el simbolismo estuvo presente en la idea fundacional: doce penitentes como los doce apóstoles, acompañaban la imagen del Cristo de la Sangre por las calles de Palma, bajo la prohibición absoluta de hablar y vistiendo un luto riguroso, como lo atestigua una vesta de raso con faja y puños de terciopelo, con capa de largo arrastre, capirote también negro, con el escudo en el pecho. Fueron cofrades fundadores Gabriel Cortés Cortés, Antonio Villalonga Villalonga, Manuel Andreu Fontirroig, Antonio Sabater Mut, Gaspar Reynés Quintana, Juan Moncada Cánaves de Mossa, Honorato Sureda Hernández, Francisco de Oleza Frates, Alejandro Cortés Cortés, Miguel Deyá Palerm y Domingo Fons Castillón. El director de la Cofradía fue el P. Joaquín Vericat Stelle, SJ y tuvo su sede en la propia de la Congregación Mariana de calle Zavellá número 19 de Palma, si bien las celebraciones litúrgicas se practicaron desde un primer momento en la Iglesia de Montesión.

Primeros años
La cofradía desfiló por vez primera en las procesiones de 1928 con veintisiete cofrades. El miércoles 4 de abril de ese mismo año a las siete de la tarde se bendijo el pendón por parte del P. Darío Hernández, Superior de Montesión, que fue asistido por el Director de la Congregación, el P. Vericat. El estandarte fue confeccionado sobre terciopelo negro con el escudo de la Cofradía en el anverso. El reverso era de raso también negro. Acaba en ángulo y está circundado de fleco y borlas de oro. Descansa sobre barra y travesaño de madera y metal dorados. El estandarte fue elaborado por María Magdalena Simó y Coll, madre y hermana de los que serían congregantes Juan Sabater y Miguel Simó, siendo además el primero jesuita, director de la Congregación y consiliario de la Cofradía. Una hija de la Sra. Simó, Margarita Sabater Simó, grabó al óleo el escudo. Apadrinaron el pendón Dña. Vicenta Campos de Pascual y el Alcalde de Palma D. Juan Aguiló Valentí. La Cofradía de la Congregación de María Inmaculada y San Luis desfiló por vez primera el 5 de abril de 1928, Jueves Santo, fecha en que se estrenaron igualmente las cofradías de la Esperanza de la Paz y del Patronato Obrero. Presidieron El Silencio el P. Vericat, Director de la Congregación y Preciado, y el P. Pedro Bonnín.

Pasos y ornamentos
En los años iniciales se planteó la construcción del paso de la Piedad, si bien la Guerra Civil truncó este proyecto sin que se volviera a recuperar. En abril de 1946 la Asamblea General de la Cofradía acordó solicitar al arquitecto José Ferragut Pou que presentara unos diseños para la confección de dos faroles artísticos, que se estrenaron en las procesiones del año siguiente. Asimismo el Consejo Rector de la Cofradía acordó en 1950 la construcción de una Cruz de Penitencia, que encargó al carpintero Sr. Mut, aunque en otras fuentes se atribuye la Cruz al Sr. Pastor. Esta Cruz era portada por turnos por todos los Cofrades durante la procesión. En esa misma fecha se encargó la fabricación de dos faroles dorados con el anagrama de las Congregaciones Marianas, al escultor Juan Serra. El Jueves Santo de ese mismo año fueron estrenados ambos ornamentos. La Cofradía hizo uso de un velón o hachón mallorquín de cera blanca con sección de trébol de cuatro hojas. En 1993 el Silencio comenzó a desfilar una imagen de Jesucristo Crucificado portado por cuatro cofrades, los dos de delante con cuerdas y los de atrás con el travesaño sobre los hombros. En ese mismo año se decidió incorporar un tamborino mallorquín que marcara el paso de los portadores de la imagen. Sede. Desde su fundación la Cofradía de penitentes tuvo su sede en la propia de la Congregación Mariana, que se encontraba en la calle Zavellá, 19 de Palma. Posteriormente la Congregación se trasladó a su domicilio actual de la calle Apuntadores, de manera que la Cofradía mudó su sede con ella. En 1987, a iniciativa del P. Vicente Almiñana, SJ, a la sazón director de la Congregación- la Cofradía se separó de la Congregación para trasladar su sede a la Iglesia de Montesión, de la calle Montesión, 24 de Palma.

Monaguillos
Como consecuencia de la longitud de la capa, la Cofradía de El Silencio fue de las primeras de Palma en contar con monaguillos que acompañaban a los cofrades y les sacudían la capa cada vez que recogía polvo del suelo. En 1949 la Asamblea General acordó vestir a los niños de la Escolanía con sotana negra y fajín, a parte de reducirlos en número. Posteriormente, en los años ochenta los monaguillos de El Silencio pasaron a vestir los trajes de monaguillo que conservaba la Iglesia de Montesión, con sotana roja y roquete blanco. Con el tiempo y debido a que los trajes de la Iglesia no superaban los ocho ejemplares, se decidió vestirlos con sotana azul y roquete blanco. A día de hoy desfilan con el Silencio más de sesenta monaguillos, todos ellos hijos de cofrades y alumnos de Montesión, con edades comprendidas entre los seis y los doce años.

Santo Entierro
La Cofradía de El Silencio acudió por vez primera a la ceremonia del Santo Entierro que organizaban en la Iglesia del Socorro los PP. Agustinos el Viernes Santo de 1950. Al año siguiente se organizó un desfile por las calles de la barriada del Socorro y los PP. Agustinos ofrecieron un lugar destacado a la Cofradía. Pero será en 1952 cuando El Silencio adquiera peso específico en la celebración del Santo Entierro y nada menos que a petición del Comité Ejecutivo Pro Semana Santa, el equivalente a día de hoy de la Asociación de Cofradías de Palma.

Consiliarios
Habiendo nacido en el seno de la Congregación Mariana, desde el primer momento la dirección espiritual de la Cofradía correspondió al Director de la Congregación. Así, en 1927 fue Consiliario el P. Vericat, SJ. Entre 1947 y 1955 el Director de la Congregación fue el P. Rafael Fayos, SJ. A partir de entonces asumió el cargo el P. Juan M. Sabater Simó, SJ. En los años setenta asume el puesto el P. Bartolomé Jofre, SJ, a quien le sustituye a mediados de los ochenta el P. Oristelo Muñoz Aroza, SJ. En 2005 se recuperó la tradición de que el Consiliario de la Congregación Mariana coincidiera con el de la Cofradía, asumiendo el cargo el Superior de la Comunidad de Montesión, P. Vicente Durá Garrigues, SJ. Y desde 2008 la dirección espiritual de El Silencio corresponde al P. Bernardino Seguí Mairata, SJ, Superior de la Comunidad.

Hermanamientos
Desde el 21 de junio de 2002 la Cofradía de El Silencio de Nuestra Señora de Montesión se encuentra hermanada con la Cofradía de Simón Cirineo, fundada en 1928 por el Patronato Obrero de San José, siendo su director el P. Vives, SJ. Ambas Cofradías tienen en común haber sido fundadas en Palma en el seno de la Compañía de Jesús.

Reconocimiento
En 1992 la Cofradía obtuvo el primer premio por los desfiles procesionales, en una ceremonia celebrada en La Granja de Esporlas.

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